Para qué y Por qué Vivir en estado de Meditación...
by Kansha centro meditativo at/on 12:55
in Etiquetas: actividades espirituales, centro de meditación, disciplinas holísticas, meditación en Ramos Mejia, meditaciones activas, meditaciones de Osho, meditar, osho, talleres de meditación
in Etiquetas: actividades espirituales, centro de meditación, disciplinas holísticas, meditación en Ramos Mejia, meditaciones activas, meditaciones de Osho, meditar, osho, talleres de meditación
Para qué y Por qué Vivir en estado de Meditación
Cuantos de nosotros habremos sentido en algún momento de nuestras vidas que algo más significativo o trascendental tiene que justificar vivenciar esta experiencia humana?
Estado de alegrías, satisfacciones, éxitos, metas alcanzadas, felicidades momentáneas o tristezas, insatisfacciones, fracasos, infelicidades que más que momentáneas pareciera que se instalaran para no irse más, hemos experimentado y habremos de seguir esperando que sucedan. Viviendo todo lo que vivimos en esta vida más lo que otros viven y que nos hacemos eco de sus vivencias, en algunos casos como propias, por nuestro acercamiento afectivo o por lo inevitable de vivir en sociedad, llega un momento que queremos decir basta, basta de tanto y a veces no saber el para qué o el por qué. La buena noticia es que cuando son circunstancias de vida agradables, aceptables, queridas y esperadas todo marcha de maravillas, pero la mala noticia es que cuando indican todo lo contrario, entonces ahí sí nos detenemos en el tiempo para hacernos la pregunta y para qué y por qué de todo esto.
Y llegamos a la conclusión que cualquier respuesta que ensayemos o que alguien nos sugiera algo para paliar nuestra ansiedad de aniquilar la pregunta, no logra por acallar a nuestra mente que silenciada o adormecida por una novedosa o diferente escucha vuelve al corto plazo a estar nuevamente en la pregunta. Y si no es nuestra es de alguien cercando que se la hace, y otra vez nos recuerda que no estaba respondida definitivamente y otra vez se instala en nuestra cotidianidad el por qué y el para qué de todo.
En fin sea como sea que estés viviendo tu vida, lo cierto es que la mente es un útero gestador de pensamientos de los más variados y si nos aferramos a él para darnos paz y tranquilidad se transforma en un imposible. A igual que el perro que persigue su propia cola como si no le perteneciese y da vueltas y vueltas con la intención de atraparla, nosotros cuando nos paramos en nuestras mentes para dar respuestas a lo que nuestra mente pregunta es asimilarnos a nuestro amigo el perro.
Y ahí es donde aparece el para qué y el por qué vivir en estado de meditación, ya qué vivir en estado de meditación no es otra cosa que comenzar a convivir con nuestra mente llena de preguntas y respuestas sintetizadas en pensamientos de los más variados, emociones y sentimientos de amor, odio, bronca, enojo, ternura, angustia, etc, etc, sensaciones físicas de placer, dolor, frío, enfermedad, etc, etc.
Vivir en estado de meditación es comenzar conectarnos con nuestra conciencia que esta detrás de nuestra mente observándola como una inmensa pantalla donde se proyectan todas las novelas con las cuales convivimos día a día. El estado de conciencia sería como el espectador que mira un film proyectado en la pantalla, pero teniendo en claro que no es la pantalla ni mucho menos el argumento, los actores, la escenografía, el principio y el fin de lo que esta viendo. No hay estado de conciencia sino que hay mente cuando nos identificamos con la película proyectada porqué así lo deseamos. O sino lo deseamos o creemos que no nos queda otra que ser la película estamos otra vez corriendo nuestra propia cola para salirnos de esa proyección. Y que resulta, lo imposible.-
Vivir en estado de Meditación es un ejercicio continuo que no se aprende sino que se experimenta día a día. No es algo que podamos conocer leyendo libros, escuchando conferencias, yendo a maestros y sabios y que desde ahí lo incorporemos. Al contrario es como sentir el estado de amor cuando se esta viviendo una relación del amado con la amada, ambos se entregan a vivir ese estado de amor y va sucediendo con el simple hecho de estar y cada vez se va más y más profundo.
A medida que vivimos en estado de meditación comenzamos a observar que nuestra mente no puede existir sin nuestra conciencia, de ese espectador, también podríamos llamarle el ser, el self, el uno mismo, el alma, dios, maestro interno, etc, etc, etc. No importa el nombre que le asignemos, y si no le damos alguno mejor aún, solo sentir que vive dentro nuestro y que comenzamos a captar que ese estado de conciencia puede vivir sin la mente pero la mente no puede vivir sin la conciencia.
Ejercitarlo con la cotidianidad en nuestros quehaceres diarios nos dará la posibilidad de afianzarnos en este descubrirse de que hay alguien más dentro nuestro, nuestro interior que observa a la mente, y recuerden que al decir mente digo, pensamientos, emociones, sentimientos, sensaciones físicas. Y vamos dando a luz nuestra propia conciencia, nuestra fuente que más que respondernos a preguntas de la mente nos da paz, armonía, equilibrio, amor, plenitud y dicha.
Porque al conectarnos con nuestra conciencia vamos transformando a nuestra forma de vivir en un nuevo estado, en un estado meditativo, que lejos de deshacernos de nuestra mente y querer que este en paz cuando no es su función, comenzamos a captar que era más sencillo aceptar ser un espectador que elige ver una determinada película, pero que entra y sale de la sala cuando quiere.-
Vivir en estado de meditación es vivir aquí y ahora incluyéndote.-
HECTOR ARAUJO
Y llegamos a la conclusión que cualquier respuesta que ensayemos o que alguien nos sugiera algo para paliar nuestra ansiedad de aniquilar la pregunta, no logra por acallar a nuestra mente que silenciada o adormecida por una novedosa o diferente escucha vuelve al corto plazo a estar nuevamente en la pregunta. Y si no es nuestra es de alguien cercando que se la hace, y otra vez nos recuerda que no estaba respondida definitivamente y otra vez se instala en nuestra cotidianidad el por qué y el para qué de todo.
En fin sea como sea que estés viviendo tu vida, lo cierto es que la mente es un útero gestador de pensamientos de los más variados y si nos aferramos a él para darnos paz y tranquilidad se transforma en un imposible. A igual que el perro que persigue su propia cola como si no le perteneciese y da vueltas y vueltas con la intención de atraparla, nosotros cuando nos paramos en nuestras mentes para dar respuestas a lo que nuestra mente pregunta es asimilarnos a nuestro amigo el perro.
Y ahí es donde aparece el para qué y el por qué vivir en estado de meditación, ya qué vivir en estado de meditación no es otra cosa que comenzar a convivir con nuestra mente llena de preguntas y respuestas sintetizadas en pensamientos de los más variados, emociones y sentimientos de amor, odio, bronca, enojo, ternura, angustia, etc, etc, sensaciones físicas de placer, dolor, frío, enfermedad, etc, etc.
Vivir en estado de meditación es comenzar conectarnos con nuestra conciencia que esta detrás de nuestra mente observándola como una inmensa pantalla donde se proyectan todas las novelas con las cuales convivimos día a día. El estado de conciencia sería como el espectador que mira un film proyectado en la pantalla, pero teniendo en claro que no es la pantalla ni mucho menos el argumento, los actores, la escenografía, el principio y el fin de lo que esta viendo. No hay estado de conciencia sino que hay mente cuando nos identificamos con la película proyectada porqué así lo deseamos. O sino lo deseamos o creemos que no nos queda otra que ser la película estamos otra vez corriendo nuestra propia cola para salirnos de esa proyección. Y que resulta, lo imposible.-
Vivir en estado de Meditación es un ejercicio continuo que no se aprende sino que se experimenta día a día. No es algo que podamos conocer leyendo libros, escuchando conferencias, yendo a maestros y sabios y que desde ahí lo incorporemos. Al contrario es como sentir el estado de amor cuando se esta viviendo una relación del amado con la amada, ambos se entregan a vivir ese estado de amor y va sucediendo con el simple hecho de estar y cada vez se va más y más profundo.
A medida que vivimos en estado de meditación comenzamos a observar que nuestra mente no puede existir sin nuestra conciencia, de ese espectador, también podríamos llamarle el ser, el self, el uno mismo, el alma, dios, maestro interno, etc, etc, etc. No importa el nombre que le asignemos, y si no le damos alguno mejor aún, solo sentir que vive dentro nuestro y que comenzamos a captar que ese estado de conciencia puede vivir sin la mente pero la mente no puede vivir sin la conciencia.
Ejercitarlo con la cotidianidad en nuestros quehaceres diarios nos dará la posibilidad de afianzarnos en este descubrirse de que hay alguien más dentro nuestro, nuestro interior que observa a la mente, y recuerden que al decir mente digo, pensamientos, emociones, sentimientos, sensaciones físicas. Y vamos dando a luz nuestra propia conciencia, nuestra fuente que más que respondernos a preguntas de la mente nos da paz, armonía, equilibrio, amor, plenitud y dicha.
Porque al conectarnos con nuestra conciencia vamos transformando a nuestra forma de vivir en un nuevo estado, en un estado meditativo, que lejos de deshacernos de nuestra mente y querer que este en paz cuando no es su función, comenzamos a captar que era más sencillo aceptar ser un espectador que elige ver una determinada película, pero que entra y sale de la sala cuando quiere.-
Vivir en estado de meditación es vivir aquí y ahora incluyéndote.-
HECTOR ARAUJO